¡Bienvenida!

Soy Silvana Santiago, creadora de Camino en espiral | Mujer Espiral.

Soy una buscadora incansable, mi camino siempre está orientado a la evolución y a conocerme en profundidad. Este nunca ha sido un camino lineal, ni mucho menos fácil.

Por momentos fue sinuoso, escarpado; a veces delante de mi había una senda apacible y me sentía de paseo. Otras, aparecía una  pendiente o una cuesta muy pronunciada con curvas y contra-curvas. En algunos recorridos me extravíe deambulando a través de la niebla, interrumpida y acompañada de tropiezos. Otras veces transitaba a paso lento disfrutando de mi destino y de las sincronicidades que se presentaban, pero de seguro que siempre me sentí guiada, y esa brújula siempre fue mi corazón.

Desde muy pequeña era muy intuitiva y sensible. Podía percibir fácilmente otras realidades, sentía todo a mí alrededor y esto, a veces, me gustaba y, otras veces, me abrumaba bastante, porque no podía decodificar toda esta información, y los adultos que estaban a mi alrededor tampoco podían ayudarme. Pero con el paso de los años fui encontrando algunas respuestas, a través de libros de espiritualidad, metafísica, física cuántica, etc., que gracias a mi madre estaban en mi biblioteca, y fue también gracias a ella que tuve mi primer acercamiento al yoga. Todo esto me ayudó a recordar el mundo Místico de la no forma, que para mí era muy natural, y cuando me sumergía en esas lecturas, me aliviaba recordar toda esa información que estaba viva dentro de mí.

Mi primer despertar espiritual vino de la mano de la muerte de mi primer pareja, a mis 18 años. Ese dolor inmenso no solo trajo un duelo muy fuerte sino que llegaron a mí infinidad de preguntas filosóficas acerca de la vida y de la muerte: ¿Qué hacíamos aquí? ¿Cuál era nuestra misión? Y aquí mi dolor me fue guiando a buscar mi profesión; necesitaba entender la psiquis, pero no solo eso: me inquietaba también lo emocional y lo espiritual, y así es como llego a la Consultoría Psicológica (Psicología Humanista), la cual elegí precisamente porque concibe al ser humano como un Todo, como una Unidad (Holos).

Luego hice mi posgrado en Desarrollo Personal, que me brindó herramientas de otras escuelas como la Gestalt, el Psicodrama, la Programación Neurolingüística (PNL) y el Focusing, entre otras.

​Y en paralelo a mi viaje de descubrimiento, de pronto, todo se derrumbó: otra muerte simbólica me estaba esperando.

En ese momento estaba trabajando como supervisora en un trabajo administrativo que ya no vibraba conmigo, pero me permitía pagar mis estudios y mi vivienda. En simultáneo me estaba separando de mi pareja de aquel entonces, y una nueva crisis estaba en puerta. Atravesando este momento tan delicado y en el cual me encontraba tan vulnerable, conozco a un “maestro espiritual” que inicialmente empezó dándome Reiki y luego me ayudó bastante a comprenderme, permitiéndome desplegar algunas de mis inquietudes espirituales más importantes. Hablábamos de Energía, de Alquimia, etc. Me enseñó Reiki y a hacer viajes astrales. En ese momento tan crítico, esa persona me fue de gran ayuda, pero cuando estamos tan vulnerables, a veces no podemos distinguir las ovejas de los lobos, o los lobos con piel de cordero: después de casi un año y medio de ganarse mi confianza y amistad, viví un abuso físico y psicológico de parte de él. En ese momento me perdí del todo, y tuve una gran crisis. Me perdí a “mí”, y quien creía que era “yo”. Aquí empezó mi noche oscura del alma.

Viví un estrés postraumático muy grande, padecía de insomnio y la ansiedad me avasallaba, y además empecé a perder mucho peso. Era como si mi vida se iba consumiendo y lo que había leído en los libros como teoría, lo estaba vivenciando en mi cuerpo como experiencia, en mi carne.  Pero también reconozco que pude ver la fortaleza de mi espíritu, que era lo único que me mantenía de pie. A partir de este hecho empezó el viaje de regreso a mí misma. Años de terapia y trabajo personal, en el que sigo, porque este es un camino de vida, de por vida.

A partir de este hecho es como conocí al Dr. Roberto Re, un psiquiatra que me trató en aquel momento por mi estrés postraumático, especialmente por el insomnio. Una vez que me dio el alta, me propuso trabajar en su equipo de profesionales, y también me invitó a participar como voluntaria de las charlas de la ONG Red Sanar, destinada a las personas que sufrían de trastornos de ansiedad generalizado. Esta experiencia fue de mucho crecimiento  a nivel personal y profesional.

Posteriormente, me fui formando en las diversas herramientas que me fueron ayudando en mi trabajo personal. Hice la formación en Decodificación de Memoria Celular, y empecé a darme cuenta de la influencia que mis ancestros tenían en mi vida, y así comencé a sanar mis linajes y mi genealogía a través de la Memoria celular y de las Constelaciones Familiares. Así fue como empecé a ir a Círculos de Mujeres para sanar mi femenino Herido, y así inicié mi investigación en la espiritualidad femenina y me formé también en Terapia Menstrual. En paralelo, investigaba y leía muchísimo sobre el tema, porque deseaba enraizar esta enseñanza. Pude así empezar a reconocerme como Mujer Sagrada, dejando atrás esa concepción tan arraigada culturalmente que establece que las mujeres somos débiles. Es así como comencé a tomar contacto con nuestro poder femenino.

Este fue y sigue siendo un viaje de retorno a mi esencia, que también me invitó a empezar a sanar mi Linaje paterno y a reconocer mi energía masculina, que también estaba muy dañada, y a comenzar a reconciliarme con mi pareja interna. En fin, comencé a integrarme.

En el camino también me fui encontrando con que mi cosmovisión iba cambiando hacia una espiritualidad más natural, ligada a la Madre Naturaleza. Ella siempre fue una gran aliada en el camino de regreso a mí misma, y eso me ayudó a recordar. Me inicié en Munay ki (Guardiana de la tierra y del útero) y en prácticas de chamanismo. Empecé a vivenciar la práctica ancestral de los temazcales y los elementales (fuego, aire, agua y tierra) y los rituales empezaron a ser parte de mi vida, haciendo así “sagrado lo cotidiano”.

Unir el Cielo y la Tierra también adentro me iban ayudando a recuperarme de mi propia escisión interna.

Así fue como nació Mujer Espiral, ya que a través de mis propias muertes internas, siempre pude ver que venía luego un nuevo renacimiento. Una nueva cosmovisión que me llevaba a subir un peldaño hacia una mayor profundidad de retorno a mi misma y que me permitía poder acompañar a otros no solo desde mi formación, sino también desde la experiencia de lo caminado.

Siento mucho agradecimiento por poder realizar la labor diaria de acompañar a otros en sus procesos, los mismos que me hicieron crecer a mí, tanto humana como profesionalmente.

Consultora Psicológica (Psicología Humanística) con posgrado en Desarrollo Personal
Decodificadora de Memoria Celular (Método Goncalves y testeo muscular)
Terapeuta Menstrual (Madretierra / Ciclicidad Masculina)
Guardiana de la Tierra (9 Ritos Munay Ki / Guardiana del Útero)
Actualmente formándome en Decodificación Bioemocional en Humano Puente.

Me dedico a acompañar procesos de Desarrollo Personal y me especializo en impulsar el camino de Desarrollo de la Mujer desde la resignificación y reconciliación con sus memorias uterinas y en volver a recuperar la sabiduría de nuestra ciclicidad femenina.